11 dic. 2007

No me gustan los dictadores, nunca me han gustado.


No me gusta Chavez y tampoco me gustaba Fujimori. Odiaba el sometimiento del que éramos presos en su gobierno. Me hervía la sangre cuando sus colaboradores defendían su dictadura disfrazada de democracia, cuando negaban el evidente control de los medios de comunicación, del congreso y del poder judicial. Y es que me jode que me tomen por tonto.

Fujimori fue un dictador y su gobierno una dictadura, eso siempre lo supe y nunca me gustó. Fue una dictadura que derivó en un estado corrupto e ineficiente y esos costos debe afrontarlos con responsabilidad.

A Fujimori se le debería juzgar por el uso indebido de los recursos del estado, por el control de los medios de comunicación o por el allanamiento a la casa de Trinidad Becerra, esposa de Vladimiro. Pero que no se le juzgue por los crímenes de lesa humanidad que se cometieron, los demócratas al hueso no entederán mi posición y podrán pensar que es antojadiza y convenida, pero sinceramente creo que debemos separar la paja del trigo.

La violación de los derechos humanos que se le inculpa fue realizada en tiempos de guerra. Una guerra que no era guerrilla, sino una guerra contra el terrorismo, cobardes fantasmas que no daban la cara y que se escondían tras el disfraz de campesinos comunes, humildes carpinteros o albañiles que daban la apariencia de no matar una mosca pero por las noches volaban en pedazos la comisaría del pueblo y acribillaban a sus policias.

Era una situación de guerra, tiempos violentos y muy difíciles para la toma de desiciones. A diferencia de sus antecesores en el cargo Fujimori tomó desiciones y estuvo al frente dando ordenes y jugándose el pellejo por el país. Hubieron excesos, hubieron errores y que me perdonen los familiares de los fallecidos inocentemente y las victimas de esos excesos. Que me disculpen pero pienso que de no haber Fujimori declarado la guerra al terrorismo como lo hizo no tendríamos el país que actualmente tenemos. Fujimori tomó decisiones que nadie tomó. A Fujimori no le tembló la mano para derrotar al terrorismo, hubieron excesos SI,y ya pedí disculpas por ello, pero no puedo olvidar que gracias a el vivo en un país en paz y mi pequeña no sabrá lo que es ir a comprar el pan pensando que derrepente no regresa más.

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